jueves, 25 de noviembre de 2010

MI MUJER HA PARIDO DE MI TIO

HOY LES TRAIGO OTRO RELATO DE AUTOR ANONIMO, QUE TIENE UN LIGERO MATIZ DE INCESTO Y UN MUCHO DE CUERNOS CONSENTIDOS, DE ESOS QUE SE DISFRUTAN TANTO...COMO ESTE RELATO EN SU FORMA ORIGINAL TENIA MUCHOS ERRORES ORTOGRAFICOS Y FUE ESCRITO CASI SIN SIGNOS DE PUNTUACION Y ESPACIOS, SE TRATO DE CORREGIR Y ACOMODAR ALGUNOS PARRAFOS,POR LO QUE AUNQUE NO ESTA EN LA FORMA ORIGINAL,SE PUEDE DECIR QUE ES CASI EL MISMO. COMO SE POSTEO EN DOS PARTES ,ASI SE POSTEARA AQUI. OBVIAMENTE ,EN LA SIGUIENTE ENTRADA POSTEARE LA CONCLUSION .BON APETIT ... 


 
Actualmente somos un matrimonio de 52 años, la historia que nos ocupa ocurrió hace muchos años, concretamente cuando teníamos 27 años y llevábamos tres de casados.

Después de estos años sin descendencia decidimos ver el problema y resulto que el problema lo tenia yo, no podía dejar preñada a mi mujer, después de darle muchas vueltas al asunto, yo le propuse a mi esposa, que se dejara preñar por otro tío, al principio no le pareció bien, pero como queríamos tener hijos,decidimos dar el paso. 

El problema era que macho la podía preñar, después de hacer un repaso entre conocidos, y amigos, nos dimos cuenta que esto podía suponer un problema, pues no todo el mundo es capaz de guardar el secreto.
También pensamos en un desconocido, pero esto era un riesgo, por las enfermedades, yo dándole vueltas, pensé en un tío mió, soltero de unos 60 años, pero bien conservado a base de gimnasio pues  se cuidaba bastante y además tirando a guapo y recién prejubilado. El seguro que estaría dispuesto a follarse a mi mujer, el un macho sesentón y ella una hembra de 27 añitos, seguro que sabría guardar el secreto, para disfrutar de esta manjar, dado que entre el y yo había mucha confianza, y siendo soltero y jubilado estaba libre de cargas con lo cual se podía trasladar a nuestra casa para montarla durante varios días y asegurarnos que la preñaba.

Cuando se lo propuse a mi mujer al principio no le pareció muy bien, pero después de meditarlo, y dado que como digo, el es un tío que se conserva bien, decidimos dar el paso, par lo cual yo lo invite a pasar uno días con nosotros en nuestra casa, e ir tanteando la situación a ver como surgía el tema. Cuando le propuse que pasara unos días con nosotros, estuvo encantado de pasar unos días con sus sobrinos, puesto que estaba libre de ocupaciones, no tenia ningún problema,

Alos pocos días se traslado a nuestra casa, los nervios de mi mujer se notaban, por que claro, ese macho que se encontraba con nosotros, había venido aunque el todavía no lo sabia, a preñarla.

Pero también por otra parte, ella estaba mas caliente que de costumbre, cuando yo le metía la mano en el chocho siempre estaba mojada, supongo que el subconsciente, la tenia siempre predispuesta por si se producía la monta, pues es lógico que la hembra este siempre caliente ante un buen semental que la va a cubrir, con la complacencia del marido y además a pelo para hacerla madre.
A indicación mía ,ella iba siempre ligera de ropa para encelar al semental, y dejaba ver alguna que otra parte de su cuerpo como por descuido, y se disculpaba diciendo que era la costumbre de estar solos los dos, y el respondía que a el no le importaba, que siempre era una alegría para la vista, siendo ella una mujer joven y hermosa.
Así ,con el tonteo, se iba caldeando el ambiente, y por las noches yo me la follaba y ella estaba supercaliente, yo le decía mientras follabamos que muy pronto el seria el que la estaría follando, y que le iba a dejar la leche bien adentro para hacerle un hermoso niño, y ella se corría como una loca, ya estaba deseando de ser montada por mi tío.
Un día le dije a mi mujer que se preparase, que íbamos a comprar una lencería fina para el estreno, que posiblemente seria esa noche, pues yo tenia pensado hablar esa tarde con mi tío para proponerle el asunto. Compramos un conjunto de infarto, cuando llegamos a casa yo mismo la duche y le afeite completamente el chocho, para que no le estorbasen al macho ni los pelos, en casa se lo probo, estuve a punto de follarmela, pero me contuve para que ella estuviese bien caliente para el, además el conjuntó que compramos no era para mi, sino para que lo disfrutara mi tío, en su estreno como semental de mi queridísima esposa

Como he dicho, por la tarde después de comer, mi tío y yo nos fuimos a una cafetería a tomar café, y unos cubatas, y de paso proponerle el tema.En la cafetería y después de hablar de varios temas y con un par de cubatas en el estomago, decidí agarrar el toro por los cuernos, (los que yo iba a lucir dentro de poco). Le dije:                                                                                                                    - -mira tío, tengo que proponerte una cosa, de antemano te digo que sin ningún compromiso, que lo que te voy a proponer, lo tenemos muy hablado mi mujer y yo.

-tu dirás .
-veras, como sabes nosotros no tenemos hijos, el problema es que yo no la puedo dejar preñada .
-y que pinto yo en esto .
-mucho, tu pintas mucho, dado que tu eres soltero, bien parecido y de total confianza, hemos pensado que seas tú el que preñe a mi mujer .
Ya estaba dicho . El le pego un buen trago al cubata y yo también, me dijo:-" mira si te dijese que no me gustaría follarme a tu mujer te engañaría, porque esta buenísima y ademas joven. Para mi, con mis 60 años, es un manjar, pero por otra parte no quiero que esto dañé nuestra relación, tu sabes que os aprecio de verdad".
Yo le dije que no tenia porque dañar nuestra relación, sino al contrario, reforzarla, puesto que iba a formar parte de nuestra vida, y seria el padre de nuestro hijo.
Aunque esto debía de ser un secreto entre los tres y oficialmente el padre seria yo.
El contesto:" bueno, me sacrificare", yo le dije:" sacrificarte? pero si estas deseando follartela ! te la comes con los ojos ", el contesto: "la verdad es que me he pajeado pensando en ella, porque últimamente va ligerita de ropa en casa", yo le conteste que eso era parte del plan ,para que el se fuese calentando con ella, me dijo: "mira, de solo pensarlo se me ha puesto la polla como una estaca " -Bueno ,pues entonces estamos de acuerdo ¿no? El dijo: " por mi encantado" y le dije: -una cosa, yo quiero que ella disfrute, no solo que la folles ,te corras y listo... yo quiero un polvo de verdad, con toda la pasión, que disfrutéis los dos, que te la folles como te apetezca, y le hagas todo lo que ella quiera, que la hagas disfrutar como un buen macho.
La puedes follar como quieras, y te puedes correr donde quieras, eso si, en el chocho es imprescindible, le encanta mamar una buena polla, y que el macho se corra en su boca. Le encanta tragarse la leche del macho.
-Entonces ¿ella esta al tanto de todo?  -Si, de todo, si quieres te la puedes follar cuando lleguemos o esperar a la noche para pasarte la noche follandola, eso como tu quieras, además no será la única ves, tienes que follarla varias veces hasta que estemos seguros de que esta preñada, de ¿acuerdo?  -De acuerdo, dijo el.

Cuando llegamos ,en el ambiente se palpaba el nerviosismo de todos, fui yo el que rompió el hielo, me acerque a ella, y sin previo aviso le plante un beso en la boca y le dije - todo arreglado, el tio sera tu semental, te va a follar hasta que te preñe, así es que ya le perteneces, eres su hembra. - Tío, ven aquí . El, que permanecía de pie sin mediar palabra, se acerco, y le dije : - Aquí tienes a mi esposa, que será tu hembra por unos días .Yo, mientras sea tu hembra, no la tocare, será solo tuya, disfrútala y hazle disfrutar...y sobre todo, préñamela. Me dirigí a ella y le dije : -cielo, este va a ser tu semental , el te hará lo que yo no he podido hacerte: madre. Disfrútalo, haz con el lo que te pida tu cuerpo, que yo estaré orgulloso de que disfrutes con el.Por unos días , el será tu macho y tu su hembra.... yo solo seré un espectador, por que eso si, yo quiero estar presente en las montas que te haga, por lo menos en las primeras, después cuando yo este trabajando os podéis follar las veces que queráis, y la volví a besar con mucha pasión.

Les dije: - vamos besaros por lo menos, o follar ya si queréis, hacer lo que os pida el cuerpo -, entonces el se acerco a ella, yo me retire para dejarle el camino libre, la abrazo y la beso en la boca, ella al principio se encontraba cortada, pero se fue soltando y abrió la boca para recibir la lengua de el. Se besaron por un largo rato, el le pasaba la mano por todo el cuerpo, le apretaba el culo y las tetas, que por cierto, las tiene muy hermosas y bien puestas, y le dijo: -" sobrina no sabes lo feliz que soy de poder ser tu semental, voy a disfrutar de este bonito cuerpo, y te voy a hacer una barriga preciosa"-.
Le empezó a sobar el culo y a apretarse contra ella ,restregándole el bulto de la polla sobre el chocho y aunque los dos estaban vestidos se notada que ella sentía la presión de la polla, yo les interrumpí, y les dije : -bueno que, ¿vais a empezar ya o lo dejáis para la noche?- Mi mujer dijo que ella prefería dejarlo para la noche, y que el estreno fuese en nuestra cama, para que la monta fuese mas cómoda.  -"... pero de todas formas, como ya soy tuya ,por que mi marido me ha entregado a ti, puedes tocarme ,sobarme, besarme, lo que tu quieras, menos follarme ,eso para la noche ¿vale semental?..."- El dijo: - " si mi reina" - yo intervine y dije :- bueno, parece que esta todo dicho, desde esta noche consideraros en luna de miel, amaros y disfrutaros cuando y donde os apetezca,tío, ¿quieres ver a tu hembra en cueros? ¿Quieres que la desnude para ti? -El dijo:- " lo que diga la reina de la casa" - y ella contesto:- " vale, pero solo me miras, porque si no, te revienta la polla, mira como estas " - y efectivamente, los pantalones le iban a reventar; se ve que guardaba un buen instrumento, después vimos que efectivamente no era bueno, sino buenísimo, larga y sobre todo gorda, y con las venas muy pronunciadas, una verdadera joya para el chochito de mi esposa.
Yo procedí a desnudarla lentamente, desabrochando el vestido que previamente habíamos elegido, abotonado en la parte delantera para facilitar la tarea, la deje solo con el conjunto de lencería que habíamos comprado, estaba para comérsela, yo tenia la polla a reventar por el morbo de estar desnudando a mi mujer, para mi tio.
Cuando ella estuvo encueros , a el se le salían los ojos, yo pase mi mano por su chocho y estaba chorreando, le dije:- cariño ¿estas bien? Y ella dijo:-" en la gloria "-, bueno ya has visto lo que vas a disfrutar, ya hasta la noche ¿no?- Y fui a vestirla pero el nos dijo que porque no se quedaba así, que estaba preciosa, y ella dijo que bueno, como era en primavera no hacia frió.

Como eran ya las 8 de la noche, nosotros nos sentamos a tomar unas cervezas mientras ella andaba desnuda por la casa de acá para alla, sobre todo en la cocina, preparando la cena.       Nosotros conversábamos, y yo le pregunte , que le parecía mi mujer y dijo que estaba soberbia, que no veía la hora de acostarse con ella para poder disfrutarla .

-Bueno, ya has visto que ella ha dicho que le puedes ir tocandola y sobándola. El contesto:-" es que si lo hago, me voy a correr sin remedio". - bueno, vete a la cocina y dale un buen repaso, restriégasela en el culo desde atrás y agarrale las tetas que eso le encanta, si no aguantas dile que te la chupe, veras que bien lo hace.    El se levanto y se fue a la cocina, yo espere un poco y me acerque despacio a ver que pasaba . . . el estaba detrás de ella, restregándole la polla en el culo con los pantalones puestos , las dos manos en las tetas, estrujándoselas, y ella con la cabeza hacia atrás, mientras el le mordía el cuello, el volvió la cabeza y se corto un poco al verme ,yo le hice una seña de que siguiera, y que se bajase los pantalones para que ella sintierá la polla, en contacto directo con su culo, (la estampa era preciosa para mi, mi linda mujer de solo 27 años en brazos de un sesentón pero con buen cuerpo), el me hizo caso y se separo de ella, desabrocho el pantalón y lo dejo caer al suelo, con los calzoncillos puestos se notaba un bulto impresionante, se volvió a pegar a ella, y ella, noto el contacto mas directo, abrió los ojos al notar semejante bulto ,se dio cuenta que tenia que ser una buena polla, llevo la mano hacia atrás y se la sobo sobre los calzoncillos, entonces el se los bajo, y apareció la polla en todo su esplendor, como ya dije, hermosa.
Con la mano la ubico entre las nalgas de ella, que se abrió de piernas para facilitarle a su macho que la encajase entre ellas, empezó con el movimiento como si la estuviese follando, pero ella se dio la vuelta, cojio la polla con la mano y entonces se percato de la herramienta que tenia mi tío, lo separa un poco de su cuerpo y la observo exclamando:-" dios ,que cosa mas bonita", entonces me vio y me dijo:-" gracias cielo por regalarme esto tan hermoso, no te voy a defraudar y me preñare bien preñada", se volvió a pegar a el y le comía la boca y ella misma se la ubico entre las piernas para sentir el roce sobre su clítoris, mi tío dijo que lo tenia que dejar porque sino se iba a correr, ella le dijo:- " macho mió ¿quieres que te la chupe? Me encanta chupar una polla y esta con lo hermosa que esta, mas todavía ",el dijo que por el encantado, el se apoyó sobre la encimera (pues como dije todo trascurría en la cocina), ella se agacho, se la cojio con la mano, se la sobo un rato, le saco el capullo, y me dijo:- " mira papi, la primera entrega a mi semental "-, le paso la lengua por toda la polla y se la fue metiendo en la boca, lentamente.
La mía, estaba a tope, me abrí la bragueta y me la empecé a menear, mientras ella se la chupaba a mi tío, yo estaba en la gloria, viendo a mi amadísima esposa disfrutar con ese instrumento, cuando me vio meneármela me dijo:-" papi, no te corras, que luego me encargo yo de que lo hagas "-, mi tío por su parte, dijo que no podía mas ,que se corría, y como ella no podía contestar por tener la boca llena ,conteste yo por ella y le dije a el que se corriera cundo quisiera, que ella se tragaba su leche.
Acto seguido, el le corrió la cabeza, se la mantuvo quieta y empezó a descargar leche en la boca de mi amor, leche que ella iba tragando hasta la ultima gota, el se dejo caer hacia atrás, exhausto de la corrida, ella abrió la boca y nos enseño la leche para acto seguido, tragársela, yo ya no aguantaba y así se lo dije a ella, que a gatas se acerco a mi y me dio el mismo tratamiento que a mi tío, nos dejo a los dos con los guevos vacíos.
Yo la levante y la bese en la boca, le sabia a leche ,pero no me importo, después se dirigió a el y también lo beso, pero a el tampoco le importo ella dijo:- " es para que os acostumbreis al sabor a leche, por que me encanta que me beséis después de que os hayáis corrido en mi boca, ¿os importa?" - Los dos al unísono, dijimos que no, que lo que ella hiciera estaría bien para nosotros, ella nos dijo:-" bueno, los machos están servidos, y yo ¿Qué? También necesito correrme "-, yo le dije:  -eso díselo a tu macho, yo he dicho que estos días solo soy espectador-, entonces el entendiendo lo que ella quería, se acerco a ella, le fue a bajar las bragas para comerle el coño, pero ella dijo que no se las quitara, que eso era para lo noche, que las apartase a un lado, eso hizo el y le dio una buena comida de coño hasta que hizo que se corriera en su boca, nos compusimos la ropa, nosotros regresamos al salón y ella siguió con la cena, pero ya todos desnudos, bueno, ella en ropa interior, porque dijo que se la quitaría cuando fuese la entrega total al semental, que para eso la habíamos comprado, para que el se la quitara en la comodidad de nuestro lecho matrimonial, lecho que iba a ser de ellos dos, por unos días hasta que me la entregase bien preñada.

Transcurrió la cena con un morbo de campeonato, nosotros dos en cueros y ella con las tetas casi sobre la mesa, queriéndose salir del sujetador, como es lógico, ellos se sentaron muy juntos, y mi tío, de ves en cuando metía la mano bajo la mesa, y le tocaba las nalgas e incluso llegaba hasta el chochete, pasando sus dedos sobre las bragas, con nuestras pollas a tope, aunque la mía no podía competir con la de mi tío.

Cuando terminamos de cenar, ya en los postres ,mi tío dijo: - " ya no puedo mas sobrina tengo que follarte, así es que dejemos la mesa como esta y vamos para el dormitorio a que te haga mia " -, se levanto, la cojio de la mano, la morreo, le restregó la polla por su barriga, dejando un rastró de liquido preseminal, que parecía una corrida, y se fueron al dormitorio.
Yo permanecía sentado y ella me dijo: - " vente cariño,a que veas como me preña el tiito " -, entraron y yo les seguí, me acomode en un sillón a observar la cubrición de mi esposa por su semental . . . se acercaron a la cama y besándose como desesperados cayeron sobre el lecho, mientras yo lo veía con en cámara lenta, una vez los dos acostados, el procedió a besar todo su cuerpo, boca cuello, y las tetas sobre el sujetador, pues aun lo tenia puesto, el se lo empezó a quitar, pues quería ver como las tenia de hermosas ,puesto que aun no se las había visto, cuando se lo quito, se quedo atónito, ante semejantes belleza, las tiene duras grandes, erguidas y con los pezones como bellotas, el se inclino y comenzó a devorarlas con sus labios.
Yo desde mi observatorio, veía que como no la montase pronto, la primera corrida iba a ser sin metérsela, pues estaba a tope, siguio para abajo y le comió el coño un rato hasta que ella dijo que necesitaba que la follara, que no podía mas y que quería sentir su hermosa polla dentro de ella, y sentir como derramaba su leche en la mas profundo de su vagina.
El subió para arriba sin parar de besar, ella abrió las piernas para que el se ubicara entre ellas, cuando el estuvo situado entre sus piernas, ella metió la mano entre los dos cuerpos, se restregó el capullo por toda la raja del chocho, haciendo hincapié en el clítoris, no paraba de suspirar, de gemir y de decir palabras inintelegibles, yo viendo que la cubrición estaba próxima, me acerque a los pies de la cama, para ver en primera persona como aquel mástil entraba en el chochito, de mi adorable princesita,la cual ubico el capullo en la entrada y dijo: - " Vamos tiito, follame, hazme tuya, préñame, disfrútame, hazme disfrutar, reviéntame con esa polla tan hermosa, vacía tu leche en lo mas profundo de mis entrañas, veras que niño tan bonito hago con ella " -, el por su parte, cuando sintió la temperatura de su chocho en el capullo, empujo y se la metió hasta los guevos.
Yo veía como los guevos golpeaban en el culo de ella, y ella con sus piernas lo rodeo y empujaba para que le entrase hasta el fondo, el decía . - " sobrinita que buena estas, que placer poder follarte, que calentito tienes el chochito, como me gusta, ser tu semental, te voy a dar toda mi leche, te voy a hacer un hijo, yyaaaa, nnnnoooo aggguuuannntop mmmasssa, me cooooorrrrooo, sii si sii, que buena toma leeeeecheeeeee " -, y ella a su ves decía : - " sssiiiii yyyyoooo taaaambieeeénnn meeee cccoooorrroooo, empuja maaassss aaadeeennntrrroo, que polllvvvoooo maasss rico, como me guuuuustaaaa que me foooooollllleeeesssss, ya siento tu leeeeecheeeee, me hierve la matriz, papi me estooooyyyy preñando, lo siento en mis entrañas, siento como los espermatozoides buscan mis óvulos me preññññññoooooo,, siii siiii siiiis estoi preñadaaaa, papi estoy preñada de tu tioooo " - , el por su parte ,solo resoplaba con la polla encajada en el chocho de su sobrina ,descargando hasta la ultima gota de leche, ella se callo por que el le empezó a comer la boca con los últimos estertores del polvo, asi se quedaron uno sobre el otro, un rato sin dejar de comerse la boca y con la polla encajada hasta el fondo, yo también me corrí sin tocarme la polla, de ver semejante espectáculo, cuando se desacoplaron del chocho, le escurría un hilo de leche, el sobrante de la preñadura.
Ya repuesto un rato, ella me volvió a decir : - " papi, ya soy una señora preñada, ya llevo dentro un hijo, de este semental, que orgullosa me siento de estar embarazada, quieres tocar la barriga de una preña, yo me acerque y le pase la mano por la barriga, ella me decía ves ahi dentro esta tu hijo, me lo ha hecho tu tio pero es tuyo.

El permanecía acostado al lado suyo, cojiendole una de sus hermosas tetas, estaba agotado del polvazo que le avía echado a mi esposa,  yo le pregunte  :- " ¿cielo, te va a cubrir mas veces? Ella me dijo que si, que quería que la cubriera dos o tres veces mas, y le dijo al macho: - " ¿podrás cubrirme mas veces esta noche? " - El dijo: - " todas las que tu quieras preciosa " - ella se dirigio a su polla y se la empezó a chupar para ponerla en forma, y claro lo consiguió, cuando la tuvo en forma, ella le dijo que la follara de perrito.

Se puso de rodillas en el borde de la cama, el de pie, detrás de ella, se acerco, se la restregó un rato, embadurnándola con su propia leche y se la metió hasta el fondo. Ella dio un quejido de placer al sentirse ensartada hasta el fondo, el se quedo un rato quieto disfrutando la estocada que le había dado y fue ella la que se empezó a mover de atrás hacia delante, follandose ella sola, el mientras tanto, le estrujaba las tetas desde atrás, ella estaba como una perra en celo, no paraba de gritar y decir el gustazo que le estaba dando su macho, pero me sorprendió cuando me dijo : - " papi, el tiito, esta usando mi chocho pero ya estaba desvirgado, ¿permites que me folle el culo que es virgen? Anda déjalo que estrene algo " - , yo me resigné y le dije que eso era cosa suya, que era su culo y su macho. . . y además estaban de luna de miel, que por mi adelante.
El no salía de su asombro al escuchar que iba a estrenar el culo de su sobrina, solo atino a dar gracias por este nuevo regalo. Ella se abrió las nalgas con sus manos, y le dijo : - " es tuyo " -, el como tenia la polla impregnada de su propia leche, le arrimo el capullo al culo de la preñada, izo un poco de presión y le entro, se detuvo pues ella dio un pequeño grito al entrarle, pero manteniendo el capullo incrustado para que el ano virgen de mi amada se fuese dilatando, de ves en cuando, empujaba un poco y le iba metiendo centímetro a centímetro, los 20 que el tiene de polla, cuando se la enterró entera, se mantuvo quieto hasta que ella le dijo: - " vamos tiito, follame el culo que acabas de desvirgar, revientame, parteme en dos, que gustazo papi, con este pollon en el culo, yo no sabia que era tan bueno que me follaran por el ano " -, el la empezó a follar cada ves con mas fuerza, el culo se acoplo a la tranca que tenia dentro, y ella chillaba, pero de placer, decía : - " ahora soy una hembra completa, dos pollas me han follado por la boca y por el chocho, una hermosa polla me ha preñado y ahora esa misma, me ha desvirgado el culo, soy una mujer completa y feliz " -, el seguía bombeando con su poderoso pistón, en el ojete de mi niña, se la metió hasta el fondo y le dijo : - " reina mía ,cielo mío princesita, te voy a llenar de leche este culo que es mío, este no es de tu marido, este es mío, por que yo lo he estrenado, yo lo he abierto para mi y me pertenece, tesoro " -, ella le contestaba : - " si rey, correte dentro de mi culo, que te pertenece, pero todo lo mío te pertenece, por que me has hecho una barriga, por que estoy cociendo dentro de mis entrañas ,tu leche divina .
Así se corrieron los dos, el le inundo el culo, y cayeron rendidos sobre la cama, aun con la polla incrustada.

Esta historia a continuado por muchos años, y aun continua, nosotros con 50 años y mi tío con 80, y aun la folla de ves en cuando, la seguiré contando. . . solo decir que mi mujer a parido tres veces.



ANONIMO

martes, 23 de noviembre de 2010

MI ESPOSA Y MI FANTASIA

A CONTINUACION LES DEJO UNO DE LOS RELATOS MAS INTERESANTES QUE HE TENIDO EL PLACER DE LEER, LA TRAMA ES TAN PODEROSAMENTE EROTICA Y SEXUAL QUE SE ANTOJARIAN UN PAR MAS DE CONTINUACIONES,PERO POR MAS QUE HE BUSCADO NO HE PODIDO ENCONTRAR ALGO QUE SE PUDIERA DECIR QUE ES LA CONTINUACION DE ESTE...POR LO TANTO, LES DEJO ESTE UNICO Y EXQUISITO PEDAZO DE CIELO ....QUE LO DISFRUTEN .

  


"Un marido empuja tanto a su esposa a realizar la fantasía de que se comporta como una puta y es follada por cualquiera que ella asume el papel a fondo. El marido llega al punto de no saber si aún es fantasía o ya es realidad."

 



Hola amigos lectores de relatos eróticos. Creo que al visitar esta historia, ustedes son como yo, calientes y decididos a experimentar emociones distintas a las vistas en la vida social.

Soy un hombre profesionista, de 34 años, hombre que ha tenido la oportunidad de viajar por todo México y parte del extranjero, permitiéndome con ello tomar la vida de una manera distinta a la mayoría. Me gusta mucho la lectura y ella me ha enseñado a liberar mi mente, mis criterios y decisiones (los libros son considerados las llaves de la libertad).

Mi esposa Mary, mujer de 27 anos de edad, poderosamente sensual, coqueta y de excelente cuerpo. Es bajita de estatura (1.58 m) pero con unas curvas más que perfectas para satisfacer la mirada de cualquier hombre, sobre todo al latino que como todos saben, gusta de cuerpos curvilíneos, delineados y bamboleantes (rítmicos), y no los cuerpos parejos, sin movimiento sensual y rígidos. Para el hombre, un buen cuerpo hace que la ropa se vuelva curva tras la tela y una mujer que explota su vestimenta para lucir su cuerpo es una mujer de decisión. El vaivén de las caderas de Mary, la exposición orgullosa de sus senos bajo escotes atrevidos y su coquetería natural, resulta ser el símbolo más femenino de ella.

Mary, como les he dicho, posee un cuerpo delicioso y tal vez parezca repetitivo con las demás historias que han leído, pero en este caso, les puedo asegurar que la descripción de ella, es verdadera.

Todo sucedió después de haber cumplido tres años de casados. Cualquier lector de esta sección, casado sabrá que ahora en día el apetito sexual dentro de los matrimonios, se acaba peligrosa y rápidamente lo que motiva que el hombre o mujer, tengan sueños con más y variadas fantasías sexuales. La mujer es más reservada y eso lo entendemos ya que es su naturaleza; al ser la mujer más reservada, conserva en silencio sus fantasías y aun llega a negarlas frente a su pareja. El hombre tiende más a hablar sus fantasías y planteárselas a su mujer.

Por ello, Mary, siendo una mujer deliciosamente atractiva, despertó desde el noviazgo, un deseo sexual en mí, que incluso podría rayar en lo lujurioso, ya que su cuerpo me incitó a desearlo y verlo lucir tras ropas atractivas en un principio y cada día más, recortar el tamaño de la misma hasta casi desear verla exuberantemente provocativa: minifaldas, escotes, zapatillas altas, tanguitas, y prácticamente prohibirle usar brassiere y medias en sus piernas, de forma tal que al usar minifaldas, sienta la libertad de no traer nada debajo que le limite la visión de sus prendas íntimas.

Mary se acostumbró a vestir de esa forma y además al salir conmigo a distintos lugares, ha visto que es normal ver a varias mujeres vestidas así, lo que provocó que hasta ella, busque la manera de vestir más atrevida que otras mujeres.

El morbo de verla más atrevida y hasta exhibirse entre la gente nació desde un día que la vi sentada, frente a unos cuatro jóvenes en el restaurante, ella con minifalda y un gran escote. Al regresar yo del baño, logré ver debajo de su minifalda, su tanguita a la vista, resaltando lo blanco de la tela. Ella no se inmutaba de exhibirla tal vez por no darse cuenta o porque le gustaba. Sentí unos terribles celos pero a también un deseo bestial.

El morbo de sentírla con otro hombre nació cuando un día revolcándonos sexualmente en el carro después de salir de una Discoteca, en mi mente no se desaparecería la imagen de ella bailando con un amigo que se encontró ahí, y con el cual bailo unas veces rozándose sus cuerpos ocasionalmente generando en mi un sentído de odio, celos y voyeurismo. Esa noche Mary y yo nos cogimos deliciosamente en el carro, dentro de un estacionamiento y el deleite del sexo, revolucionaba nuestros instintos y nuestras fantasías, generando que ambos gritáramos de placer. Por mi parte, caí en el "error" de plantearle al momento que sentía su máximo placer – Mary, mi amor, qué culo tienes, esta riquísimo -ya veo por qué vuelves locos a todos –a lo que mi
querida esposa revolcándose de placer en la parte posterior del auto, sentada de frente a mí y con su mirada dando a la parte posterior del auto, se enrollaba con sus brazos alrededor de mi cuello, agitando su melena corta (que por cierto es algo que me excita sobremanera, ya que despide un aire de puta que me hace venir majestuosamente).                                                                                                                                  Mary me respondió tal vez por deseo o por deleite – Ah sí, tú crees que vuelvo locos a los hombres – a lo que contesté inundado de sudor sexual – No me digas que no te das cuenta que tu cuerpo vuelve locos a todos – decía en lo que la penetración se hacía cada vez más acelerada – Creo que todos al verte desean cogerte incansablemente, meter sus vergas en tu conchita y darte un revolcón de ensueño – 

Mary con los ojos drogados de placer agitaba su cabeza de un lado a otro sin mirarme y entre gemidos me respondía – no seas loco, sólo quiero ser tuya, soy tu mujer y tú mi hombre, sólo quiero tu verga dentro de mí, ahhhh – sin embargo la naturaleza misma del reto y del placer por dominarla y hacer lo que yo quisiera, me hacían insistirle, y ella a negarse, generando tal vez una situación de placer por dominio. 
                     
Para ese momento, ambos estábamos por llegar a una explosión increíble, cuando de pronto, sentado yo en el asiento posterior, la volteé dándome la espalda, de forma tal que me cabalgara dándome sus nalgas en mi miembro – Entonces sucedió algo extraño: tenerla así, me causo un encanto maravilloso, ya que al verla reflejada en el espejo retrovisor del carro, me dio la sensación de que era otro quien se la cogía, ya que solo veía parte de su rostro y senos, gimiendo de placer, sin que yo me viera en el mismo.                                                   
No sé si ella apreció lo mismo, pero sus movimientos se volvieron incansables galopando sobre mí, hasta que próximos a explotar, Mary comenzó a decirme – Mi amor, qué rica verga tienes, me haces feliz y más estando aquí, en tu carro, fuera de mi casa, ahhh, cógeme más, dame hasta que te canses, dame hasta que llegue a la casa escurriendo de tu semen – yo tomé sus palabras como si no me las dijera a mí ya que como casados que estábamos en ese momento, los dos deberíamos llegar a la misma casa (no sé si ella pensó lo mismo, pero yo aproveché y le comencé a hablar como si yo fuera otro) – Así putita, dame toda tu conchita, déjame llenártela toda de mí, para que cuando llegues a tu casa, no sepas qué decir y la emoción te vuelva a surgir cuando te digan de dónde vienes – Mary, quedó pensativa, como dudando de lo que le decía y a la vez como si se sintiera con otro – Hummm, qué rico, … pero ¿qué crees que me puedan decir? – a lo que sutilmente contesté ya más excitado – No sé, Mary, pero tal vez tu esposo te llame la atención por llegar tarde, tomada y con olor a sexo – Mary ya entrando en el juego me contestó excitada – No me pueden decir nada, ya que saben que adoro el sexo, las vergas y que haría todo por coger con quien me desee – Yo estando ya a los límites de aguantar no colmé en llenarla de besos en su espalda y agarrando sus senos, mientras ella apoyaba sus dos manos en los respaldos de los asientos delanteros, para embestirme directamente y decirme – Te gusté esta noche querido, ya que me has cogido increíblemente, y sólo espero que mi esposo no se dé cuenta de que me has cogido pero sobre todo, que me gusta andar de puta buscando más vergas para que entren en mí – yo estaba ya con la cabeza apoyada hacia atrás, próximo a explotar cuando de pronto hice mi ultima pregunta _ asiiii Mary, assiiiii, ohhhh, qué puta eres ( y se me ocurrió hacerle la pregunta más fuerte) assssii y por cierto Mary… sólo aceptaste salir conmigo sin saber mi nombre – a lo que ella contestó salvajemente – Claro amor, para coger no importa quien seas, pero sabes… vi tu credencial y sé que te llamas… ¡¡¡Eduardo!!! – al decir eso, me vine como nunca ya que ese no es mi nombre y ella llena de deseo, me nombró por otro nombre causando en mí todo lo incontrolable.                                     Ella por su parte comenzó a girar y subir y bajar rítmicamente para exprimir con su conchita toda mi verga que hacia erupción dentro de ella. Sus movimientos eran salvajes y logré ver que su rostro se deformaba de placer pero sin dejar de verse en el espejo, hasta que se retorció echando su cabeza hacia atrás brindándome todos sus senos ante mis manos que la abrazaban por atras.
A partir de ahí, todos nuestros encuentros sexuales los hacíamos de esa manera, imaginándonos con otros y otras alcanzando orgasmos increíbles y cuantiosos.

Como les comentaba en un principio, el deseo sexual como pareja formal, se acaba y sólo renace cuando sabemos que nuestra pareja no está tan segura con nosotros y que por el contrario, causa emoción y deseo entre otros.

Por ello, comencé a comprarle ropa a Mary, cada vez más juvenil, de moda y provocativa, así como ropa interior sexy que causara en mi persona deseo al sentírla vestida así por dentro.

Después de semanas de hacer el amor así, imaginándonos en locuras, decidí un día que nos fuéramos de reventón por ahí, iniciando a las tres de la tarde de un viernes hasta que ya no aguantáramos más. Para tal efecto la cité en mi trabajo a esa hora, a las tres, ya que es la hora en que salgo a comer, sin embargo yo ya no regresaría pues me iría con Mary.

Al dar las tres de la tarde de ese día, mi esposa Mary llegó a mi oficina, causando estragos en mi mente y en los ojos de mis compañeros de trabajo. Llegó con una minifalda de color azul rey, tela durazno (de esas que se untan al cuerpo sensualmente). El diseño de la minifalda era algo avergonzante, ya que era tan diminuta que apenas cubría las redondeces de sus nalgas. Todo era un conjunto, para lo cual la parte superior cubría su busto dejando un escote amplio, ya que tan sólo se detenía el vestido en la parte superior sólo se sostenía por un pequeño listón que rodeaba su cuello. Su cabello arreglado para la ocasión y un maquillaje que la hacía resaltar su bella boca pequeña, su naricita respingada y esos ojos seductores que lanzan miradas de deseo. Llevaba un par de zapatillas altísimas y lo más impactante: no llevaba medias en sus piernas.

Al pasar a mi privado, se sentó, dejando ante mí un agradable panorama, ya que su minifalda, se recogía naturalmente al sentarse, exhibiendo sus piernas totalmente y mostrando entre ellas, una prenda blanquísima ( su tanguita), provocando que no dejara de verla. Sus senos se apreciaban sin sostén e invitaban a mirarlos detenidamente ya que incitaban por mostrar algo más de sí, por el escote tan pronunciado. En una ocasión en que ella se inclinó brevemente para acomodarse su zapatilla derecha, logré admirar su pezón erecto libremente al extenderse la tela dejando tan maravillosa vista.

Al preguntarle cómo había llegado, me excitó aún más al decirme que había decidido tomar un microbús (transporte pequeño en México, buseta en algunos países sudamericanos), lo que me puso cachondon pues en esos transportes todo se ve, y todo se intenta. Ya me imagino al chofer al verla subir y a los pasajeros al verla sentar.

Ya estaba por recoger mis cosas y Mary me comenzó a platicar algo que me dejó pensativo.

-Mi amor, ahora que nos vayamos a comer, no quiero que me lleves a un restaurante formal, como es viernes, que te parece si me llevas a una cantina (restaurante donde te cobran la bebida, mas no la comida, por lo que es frecuente que la gente salga de ahí ebria).

Otra cosa que me dejó pensativo fue que Mary me indicó, que ella se adelantaba para reservar el lugar y que yo llegara posteriormente.

Y eso ¿por qué, mi amor? – le pregunté inquieto. -Es que déjame decirte que hoy me siento otra, como que deseo romper con las reglas y por eso quiero hoy hacer más cosas -. Salió sonriente y al tomar el elevador, volteó y me sonrió.

A los quince minutos salí corriendo hacia el BAR ANTONIOS, y al llegar realmente tardé en encontrarla. Al verla sentada, me dirigí hacia ella, quien ya había tomado dos copas, según vi en su mesa. Al acercarme más, logre ver una blancura que destellaba bajo su mesa, ya que sus piernas cruzadas, no lograban ocultar su tanguita, por lo pequeña de la minifalda. No sé si ella se daba cuenta pero no tapaba esa situación y enfrente de ella una mesa de ocho individuos bebían y comían admirando a mi mujer. No dije nada aunque dentro de mí sentía un nudo en el estomago por los celos que ello me causaba. En esos momentos, realmente me olvidaba de los que tanto fantaseábamos en la cama, imaginándola con otros.

Cuatro de la tarde de ese viernes y comenzamos a comer. Nos dieron las ocho de la noche y seguíamos, ya no com

iendo pero sí bebiendo. Mary ya se notaba acalorada por el vino dentro de ella y yo algo más desinhibido por la situación. Mary más abierta y después de tanta plática de mil cosas, comenzó a abrirse ante mí.

-Ay mi amor, no sabes cómo me he sentído últimamente. Tenemos cinco días de no hacer nada de cositas por tus juntas en el trabajo, y en verdad me siento hervir por dentro. Hoy vine vestida así para que me hagas el amor como tú sabes. ¿O que no te habías hecho la pregunta de por qué venía así vestida?.

La verdad sí me pregunté el porque de la ropa, sobre todo porque esta muy provocativa y no me imagino cómo la pasaste en el transporte -

Uyyy si te contara todo lo que pasé. Desde que salí de casa, ni un hombre se quedó callado y me decían mil cosas, pero el que sí se pasó fue el chofer de la microbús, ya que cuando me bajé el también se bajó y acercándose a mí me dijo – señorita, no sé si mis ojos hoy hayan sido premiados, pero el que no está tranquilo, soy yo, viéndola tan puta, y aunque lo calla, grita por dentro que ya quiere mi verga dentro de usted, nadamás dígame y ahorita bajo a todo el pasaje-

Y tú qué hiciste amor, porque ese cabrón si se pasó – le dije

-Sólo me di la vuelta y sin decirle nada me retiré y aunque él me gritó no sé qué cosas, yo seguí mi camino.-

-Y cómo te sientes amor, porque yo me siento hervir de deseo. Es que vienes…, no sé cómo decírtelo… vienes distinta… vienes… riquísima… no sé, pero vienes…-

-Vengo muy puta, eso es lo que quieres decir verdad- directamente dijo. A lo que yo quedándome callado como buscando una respuesta sólo la miré.

-La verdad es que hoy quiero sentírme diferente, ser otra, hacer otras cosas, no sé, ser una PUTA – al decir esto me heló la sangre, ya que siempre lo habíamos fantaseado pero el sentírla así me incomodaba y a la vez me excitaba. Ya eran las nueve de la noche, y las copas ya habían hecho algún efecto en nosotros, por lo que en una de esas Mary me preguntó:

Oye mi amor, cuál fantasía tienes tú, alguna que sólo te caliente- a lo que le contesté inmediatamente sin ponerme a mirar las consecuencias.

-Pues veras, siempre he querido verte coqueta, putona, como si no te importara nada más que satisfacerte, en un lugar público, donde a la vez hagas travesuras sin que yo me de cuenta-

Ella me completó la fantasía diciéndome: sabes amor, algo similar he pensado yo, pero sabes cómo; Cuando me haces el amor, imagino que estamos en un lugar lleno de gente, donde todo es posible y lo que no , se inventa para lograrlo. Ahí tu ves chicas guapas y buenotas, y de vez en vez, te las ingenias para manosearlas, tocarlas o guiñarles el ojo como si yo no te viera. Y que yo por mi lado, coqueteo con algunos hombres sin que tú te des cuenta.

Sonreí y seguimos tomando pero avanzadas las horas, salí al baño y a mi regreso, Mary sentada, no se daba cuenta que su minifalda de plano estaba muy arriba enseñando todo lo lindo de sus piernas y parte de su tanguita. Al sentarme y sin decirle nada, apreciaba desde donde estaba yo sentado, su conchita, vestida de la delgada tela de la tanguita y de la cual me excitó sobremanera, algunos vellitos de su cuquita a la vista. Yo estaba ya cachondon y le indiqué a Mary que fuéramos a un salón de baile.

Ella aceptó y cuando íbamos rumbo al lugar, ella con unas copas encima, subió su minifalda hasta la cintura, mostrándome su tanguita. Inmediatamente la tomó de ambos extremos y la columpió hacia arriba, encajándose la tela entre su rajita, restregándola y su mirada entrecerrada me deleitaba, al momento en que su lengua jugaba recorriendo sus labios.

Mary y yo ya no podíamos más y me saqué la verga de mi pantalón en lo que manejaba. Mary seguía hundiéndose la tela entre su rajita y yo exhibiéndole mi trozo de carne. Mary se venció y se agachó dándome una mamada infernal en lo que yo manejaba sobre la avenida. Se recostó en su asiento bocabajo, dejando su culito al aire, permitiéndome hundir mis dedos en su culito y en su conchita en lo que ella mamaba con profesionalismo mi verga. Se la hundía hasta el fondo de la garganta y ensalivándol

a, la recorría con su lengua, para después enrollarla y succionarla con hambre. En cada alto, yo simulaba no pasar nada, ya que los autos que quedaban a nuestro lado, volteaban a ver y Mary, debajo ocultándose pero sin sacarse ese bastón de su boca.

Logré que Mary tuviera un orgasmo ya que mi posición al volante no me permitía hacer mucho, pero sí lo suficiente para que ella se prendiera totalmente. Al llegar a la MARAKA (salón de baile variable), Mary quedó a disgusto por lo inconcluso de este manoseo.

Estando estacionados en lo que el valet parking llegaba, Mary se salió del auto y desde la ventanilla del mismo, me dijo:

-Amor yo compro mi boleto, y para seguir nuestro juego, te espero allá adentro, me buscas eh-

El valet tardó como diez minutos en desocuparse y cuando llegó, le entregué el carro. Al dirigirme a la taquilla, cuál fue mi sorpresa al ver que las mujeres tenían entrada libre y los hombres tenían que pagar boleto, por lo que hice fila para comprar mi boleto. Eso me tardó más de veinte minutos lo que sumado, me daba ya media hora afuera y Mary dentro.

Logre entrar finalmente y tardé en localizar a Mary, ya que estaba bailando la salsa de Celia Cruz de moda. Al no encontrar una mesa, opté por colocarme en la barra y esperar a que terminara la música; no puedo negar que sentí unos celos terribles verla bailar con un desconocido totalmente.

Pero la música no terminaba y ella seguía bailando. Casi media hora después el tipo dio por concluida esa sesión y se dirigieron al otro lado de la pista por lo que tuve que levantarme para ir en su búsqueda. Al llegar a ella, se encontraba sentada en una mesa con dos tipos y una chica. Al verme, y antes de que me sentara se levantó y dirigiéndose a mí, me hizo una seña para que la siguiera. Así lo hice y alejados de esos tipos, me indicó al oído -Hola amor, te tardaste en llegar, mira no encontré mesa pero esos tipos me invitaron a sentarme y además me invitaron unas copas, que por cierto ya me hicieron efecto, porque están tomando otra bebida de la que bebimos antes. Ya llevo dos copas y tu no llegabas. Mira que te parece si jugamos a que no nos conocemos, pero tú me cuidas, en lo que estoy con ellos. Actúa como si yo te llamara la atención y no me quitas la mirada de encima para que ellos vean que me estas echando el ojo, qué te parece. -No me gusta la idea Mary, tú viniste conmigo a divertirte y no con ellos – Mary se adelantó diciéndome – Mira amor, esta noche vamos a vivirla diferente, vamos a ver, ¿cómo me dijiste que querías verme? Coqueta, provocativa, puta, ¿no es así? Pues vamos a jugar a ello, tú me cuidas y yo te doy gusto sí.-

Sin esperar respuesta se regresó al lugar, y sentándose al lado de esos tipos de aspecto corriente, tomó su vaso y echó un trago, cruzando su pierna y mirándome por la orilla de su vaso.

Yo sin decirle nada, pedí una copa más y la admiraba. Sentía unos celos terribles pero me fui tranquilizando en lo que me familiaricé verla sólo platicando y bailando con esos tipejos. Más de una vez, desde mi ángulo de vista, logré ver su tanguita al subírsele la minifalda y por el juego de luces, no lograba ver sus senos desnudos, cuando se agachaba para acomodarse los zapatos. No sé si esos tipos hayan visto sus senos y pezones por estar más cerca de ella, pero lo que sí vi fue que se estaban deleitando con lo que Mary les mostraba.

Nos dieron las dos de la mañana y tanto Mary como yo, ambos por nuestro lado, nos encontrábamos borrachos, ya que nuestras actitudes así nos lo decían. Mary se levantó para ir al baño y en su camino hacia mí, se tambaleaba, pero al estar a mi lado, me sonrió tontamente y abrazándome me dio un beso en la boca y acercándose al oído me dijo: Oye mi amor, se me ocurrió un juego que nos va a retar a los dos… ¿te atreves…?-

Al voltear mi rostro. Vi que las parejas que estaban a mi lado o los meseros, se me quedaron viendo. Yo no pensé nunca que me veían por el hecho de que una mujer se me acercara y me tratara de esa forma, ya que no sabían que ella era mi esposa. En fin, le pregunté a Mary que ahora que pensaba y ella con la lengua trabada por el alcohol, me dijo, plantándome otro beso.

-Sabes mi amor, siempre me has dicho que todos quieren cogerme y darme hasta que se cansen ¿verdad? Pues estaba pensando qu&ea

cute; harías tú si yo vestida así, estando como estoy, siguiera con ellos hasta que terminara la fiesta. Seguramente ellos, me darían un aventón a la casa ¿no lo crees?

Realmente no lo acepté, y dando por terminado ese juego, le dije que se viniera conmigo. Ella hizo un gesto de desagrado y me dijo – voy al baño, regreso por mis cosas y nos vamos -

Al momento que ella se iba al baño el mesero me preguntó la hora, indicándole que eran ya las 2:40 am. Pensé en tomarme una copa más y la pedí antes de retirarme y me la ofrecieron. Olvidé el tiempo, pero confiando en que Mary llegaría a mi lugar, di la espalda a la pista para beber mi copa. Acabé con la misma y extrañado volteé a la mesa donde estaba mi esposa. No estaba nadie y levantándome pregunté al mesero por las gentes ahí sentadas

-Hace cinco minutos se retiraron – Mary se había ido con esos tipos. Me lleva la chingada pensé en mí. Salí del lugar y para mi sorpresa mi auto no arrancaba, hasta que pasada una hora logré arrancar la máquina. Salí a dar vueltas como loco pensando dónde estaba Mary. Para eso me dieron las cinco de la mañana y pensé en que ya estaría en la casa. Me dirigí a ésta y al entrar efectivamente ahí estaba mi esposa. Saliendo de bañarse pues el cabello lo tenía húmedo, pero ya estaba con una corsetería sensual.

Al verme, sonrió y me dijo coquetamente – amor por qué tardaste tanto, ya me cansé de esperarte, ya no aguanto más esta calentura sexual. Vino a mí y abrazándome me besó de una manera ardiente, queriéndose comer mi lengua con sus labios y su conchita hervía de placer, y sólo me dijo – Ahora las cosas las hago yo para que no rompas nuestra fantasía y no nos quedemos con dudas. Extrañado le pregunté a qué se refería a lo que Mary me contestó sensualmente – tu fantasía de verme con otros, ya se te olvidó, por eso forcé las cosas para que esos tipos me trajeran a casa en lo que tú te quedabas en otro lugar, y yo con ellos en su carro vestida como iba vestida para ver si aguantabas – Yo con coraje y deseo le pregunté – y bien ¿a qué horas se fueron esos cabrones o dónde te dejaron? -Mary sólo contestó – Mira amor, imagínate sólo que esos tipos me trajeron a la casa, esta bien, y poco a poco te diré las cosas. -

Yo con el coraje me dejé llevar por las caricias de mi esposa y fuimos a la puerta principal donde Mary me dijo _sabes que siempre he tenido la fantasía de que hagamos el amor a las puertas de la casa, tú y yo vendados de los ojos a esta horas de la madrugada, corriendo el peligro de que alguien pase y nos vea. – la idea me gustó y de inmediato comenzamos con ese ritual amatorio sexual, revolcándonos entre deseo borrachera y adrenalina pura. Abrimos la puerta de la casa y fuimos a dar al portón del garage, donde lo entreabrió Mary, dejándolo más abierto que cerrado. Inmediatamente me puso una gruesa venda en los ojos y ella lo hizo después.

En lo que nos besábamos , Mary me preguntó si no quería saber todo lo que pasó con esos tipos desde que los vio en la Maraka hasta ese momento. Yo golpeado por la curiosidad le dije que sí, que me contara todo.

Mira mi amor, cuando llegué, recorrí todo el lugar para encontrar una mesa donde estuviéramos tu y yo, pero todas estaban llenas. Le di una vuelta total y no encontré nada, y uno de los meseros me dijo que estaban todas ocupadas, por lo que esos hombres que viste, me vieron y uno de ellos se paró y me dijo que me sentara con ellos para que no me cansara. Jamás me preguntaron si iba acompañada, pero yo estaba cansada y acepté pensando en esperarte. Como tardaste, ellos me ofrecieron una copa y la acepté por el calor que hacía ahí adentro. Ellos no me preguntaban si esperaba a alguien o iba con alguien, pero me seguían invitando copas. Como vi que tardaste en llegar, no negué cuando uno de ellos me invitó a bailar. Pensé en que sería más fácil para ti verme bailar que estando ahí sentada con extraños. Acepté y la música siguió y siguió hasta que logré verte. Cuando iba hacia ti, una travesura se me ocurrió. Hacerme pasar como extraña para ti, y que los demás vieran qué suerte tenías, ya que al acercarme a ti te plantara un beso. Nadie sabe que

estamos casados y eso le genera un morbo Mary seguía relatándome todo en lo que yo acariciaba su culo bello ambos con los ojos vendados y a un metro del portón del garage abierto. Para eso estando con ellos, no creas que no te veía y me gustaba verte enojado porque sabía que tus fantasías eran sólo eso y que no te gustaría verme con otros ¿verdad? Yo estaba entrando en calor y mientras la besaba y llegaba a su conchita, para darle una mamada total y riquísima, le pedí continuara.

Mary siguió poniéndole picante al asunto – Como pensé que ello te haría desistir de decirme que quieres verme con otros, decidí hacer algo que te pondría a todo en prueba. Irme con ellos a la salida y pedirles que me dieran un aventón a mi casa. Cuando fui al baño, ahí me alcanzó uno de ellos y me dijo, que ya estaba pagada la cuenta y que ya nos fuéramos por lo que ya no pasé contigo. En lo que decidí si irme con ellos o contigo, pensé en que la noche se acababa y debía hacer mi sueno realidad y mi travesura mayúscula, por lo que decidí irme con ellos pidiéndoles me dejaran aquí, en lo que les coqueteaba para ver sus impulsos. Así lo hice a sabiendas de que te enojarías conmigo. Cando íbamos en el carro, que por cierto adelante iban el conductor y su chica y atrás el otro tipo y yo. Me dijeron dónde me dejaban y les fui indicando. En el camino nunca dejé de mostrarle mis piernas al hombre de mi lado. En lo que Mary relataba todo, yo estaba ya penetrándola teniéndola a cuatro patas como perrita, ella bufaba de placer pero no dejaba de contarme todo.

Siguió relatándome – era tanto mi calor que me llevé una sorpresa al voltear y ver al tipo con su verga fuera del pantalón y masturbándose discretamente. Yo hice como si no lo hubiera visto y seguí viendo afuera del auto. En un alto, volteé nuevamente y vi su verga paradísima y con un capullo al frente enorme, mucho más enorme que el tuyo y la verdad me sentía nerviosa de tenerlo a mi lado y yo con una fiebre enorme. Me hice la dormida y sentí cómo esa verga rozaba mis manos. Me hice la dormida y comencé a pronunciar tu nombre para que ellos pensaran que sí estaba dormida. Entonces sentí unas manos que me hicieron dar media vuelta para quedar inclinada frente a él. No hice nada y de pronto sentí ese trozo de carne en mis labios y no opté más que por mamarlo. En un principio lo hacía como si estuviera dormida pero posteriormente lo hice con descaro, mamándolo todo hasta las bolas y agarrándolo con ambas manos. Nunca imaginé otra verga en mis manos y mi boca, y realmente fue sensacional.

Yo por mi parte la penetraba lleno de calor pensando que lo de ella era una fantasía. Mary siguió – Entonces después de un buen rato, el chofer se detuvo y yo sin saber por qué, seguí mamándole la verga fuertemente a ese extraño hasta que se vació en mi boca. Nunca imaginé esto pero ya lo hice amor. Me ganó el deseo. Cuando me levanté estábamos estacionados aquí enfrente de la casa.

Vendado de los ojos, Mary intempestivamente se separó de mí y cuando yo quise tocarla, me dijo sin que yo viera algo:

" ¡Tú no! ".

Desnuda, me dijo que estaba entre las piernas de un hombre mientras él le empezaba a acariciar todo su cuerpo. Yo no veía nada y sólo me dejaba llevar por sus palabras. Me decía que sentía cómo se paraba su verga frente a ella, y que se iba a poner de rodillas entre esas piernas, y me indicó, en lo que yo me tocaba la verga, que estaba bajándole el zipper, y que le iba a tomar su verga para empezársela a masturbar muy lentamente, viéndolo a los ojos mientras le preguntaba sonriendo que si sentía rico… Después de masturbarlo suavemente por unos minutos, mi "infiel" y complaciente esposa (dentro de mi imaginación ya que no veía nada), me indicó que sacaría de su bolsa una botellita con aceite que iba a untar con las dos manos en su verga bien parada, para hacerlo gozar aún más, según me decía…

En ese momento, me dijo pero como diciéndole a otro que su anillo de bodas era una tradición solamente, poniendo burlonamente su dedo con el anillo justo en la punta de su verga mientras lo masturbaba con la otra mano… Como insinuándole que se viniera en el símbolo de nuestro feliz matrimonio…
                                                                                                                                                           Imaginaba yo que el hombre que tenía Mary frente a ella, no podía creer su buena suerte, ya que éste prometía ser el mejor palo de su vida. Y obviamente el hecho de que ella fuera una mujer casada le daba más sabor a la aventura, porque sabía que ella estaba arriesgando su matrimonio con tal de tener su verga, o al menos eso creía yo…

Después de un rato, ella no se conformó con comentarme que le estaba agarrando la verga y que fue acercando poco a poco su cara y su boca para, finalmente, chupársela de una sola lamida desde la base hasta la punta y de regreso a los huevos, en los cuales se entretuvo un rato besándolos y metiéndoselos a la boca mientras lo seguía masturbando lentamente, diciéndole que tenía una verga rica… De ahí, con pequeños besitos de vuelta a la cabezota de su verga gruesa en la que jugaba con la punta de su lengua ya que, según me dijo, la tenía tan grande que no le cabía en la boca.

Al oír esto, pasaban por mi mente imágenes de mi esposa completamente desnuda, excepto por sus tacones, hincada entre las piernas de un tipo que ni siquiera se había quitado la ropa y que sólo tenía la vergota de fuera, para que Mary se diera gusto mamándosela.

Cuando él ya no pudo más, según me decía Mary al haberle mamado la verga como sólo una esposa sabe hacerlo, ella le quitó la ropa, lo acostó a mi lado en plena banqueta de la calle y lo montó para sentarse despacito en su verga bien parada, todo el tiempo mirándolo fijamente a los ojos y sonriéndole mientras me decía que esto siempre lo habíamos pensado e imaginado…

Me decía en lo que yo no dejaba de masturbarme, que lentamente subía y bajaba en ese palo grueso y duro que tanto la hacía gozar mientras él le manoseaba toscamente sus firmes nalgas y sus piernas bien abiertas…

Me explicaba que ella se agarraba las tetas y, sin dejar de mirarlo un segundo, se acercaba lentamente a su boca para lamer su propio pezón, para después ofrecérselo sonriente para que él las chupara, él se las lamió sin dejar un centímetro seco y le mordisqueaba los pezones, mientras ella no dejaba de cogérselo lentamente, clavándose cada vez más en esa estaca que la estaba abriendo como nunca antes lo había hecho nadie, acariciándole los huevos y riendo de felicidad mientras se abría las nalgas.

Yo seguía vendado pero la realidad en las palabras de Mary, me ponían excitadísimo, imaginándome cómo este tipo, que acababa ella de conocer unas cuantas horas antes, se venía, jadeando de placer con su verga bien adentro de mi adorada esposa, llenándola con sus semen mientras yo oía que Mary decía que su verga era más grande y más rica que la mía…

Mientras ella me contaba esto, se reía de mí, diciéndome que mi verga era una simpleza comparada con la vergota gruesa de ese extraño.

" Lo que me he estado perdiendo… " Dijo Mary, mientras apretaba duro mis huevos en su mano hasta ver que me dolía.

" Este cabrón me cogió más rico que tú porque la tiene mucho más grande y gruesa… "Esa sí es verga! " " Y tú eres un pendejo por haberme dicho que tu fantasía era que otro cabrón me cogiera… y debes recordar que siempre te decía que yo sólo era para ti, y que lo que me decías, sólo lo decías para excitarte y yo… nunca quise, pero era tanta tu insistencia que poco a poco se me fue metiendo en la cabeza esa idea tonta tuya, y sin querer, fui sintiendo un cierto placer nada más de imaginarme con otro y por eso, mírate ahora, otro cabrón me esta cogiendo y ahora ¡tú eres una pendejada por dejar que otros me cojan! " Al decirme esto me escupió la cara burlándose de mí y en verdad a mí me extrañó su actitud aun cuando yo tenía vendados los ojos…

" ¡Él sí me hizo sentír mujer! ¡No como tú, poco hombre! " " Nada más mírate, ahí sentado en el suelo, con los ojos vendados y tocándote tu verga en lo que un cabrón me coge de maravillas … ahhhhh… uuummmm ¡huele cómo me coge! "

Cuando Mary vio que yo tenía mi instrumento bien parado me empujó lejos de ella, y según me dijo, se recostó en el suelo con las piernas abiertas y riéndose de mí, me ordenó que le chupara bien su hoyo donde la acababan de coger, hasta dejárselo limpio…

Yo con los ojos vendados, y siguiéndole el "juego", le obedecí inmediatamente, hincándome entre sus piernas, y empecé, causándome una sensación que me hizo dar un vuelco… su conchita se encontraba humedísima y sus jugos tenían un sabor diferente, por lo que me quedé sin moverme, como queriendo adivinar de qué se trataba todo esto. Mary al ver que me detenía, inquirió inmediatamente – No pares, o ya te diste cuenta que sí me están cogiendo de verdad – … Ella se retorcía y no dejaba de decir entre gemidos que en ese " hoyote " que yo estaba mamando acababa de estar la vergota gruesa de un hombre de verdad, escupiendo semen y llenándola con su venida… "

" Ándale papito… Cómete su semen… Así… "

Me decía bien caliente, al sentir mi lengua entrándole. Cuando empezó a venirse, se retorcía gritando que yo era un pendejo que no le servía para nada, y que ella había sido una puta porque yo la había orillado a eso y que después de mucho pensarlo se animó, y ahora no se arrepiente, porque con él cogío más rico que yo, y porque ella sabía que eso era lo que yo quería… Que fuera una puta cada vez que estuviera con otro.

Después, me dijo que se lo iba a seguir cogiendo cuando ella quisiera, y que aunque ella ya tuviera compromisos hechos conmigo me iba a dejar plantado si él o ellos la llamaban…

Dijo que yo tenía la culpa, por haberla dejado coger con otro, ahora ya le había gustado… y ¡que yo me tenía que aguantar!

" Nunca me había sentado en un palo tan grande y tan rico como el de él… De todos modos… A ti no te importa que se cojan a tu esposa, ¿verdad?… ¡Pues ahora no te la vas a acabar! " " Además, ¡a ti nunca se te ha parado como se le para a el! " " Ya quisieras tener siquiera la mitad de la verga que él tiene… ¡No eres ni la mitad de hombre que él es!. Entiéndelo cabrón… desde ahora ya nunca me vas a poder coger como él… ¡Nunca! ¡Cornudo baboso! " Pareciera que le gustaba la idea de, siendo una mujer casada, irse a coger con otro hombre mientras su marido la esperaba en casa, ya que me estaba advirtiendo que así iba a ser de ahí en adelante.

Bueno, pues esto fue apenas el sábado pasado, y después de esa situación extraña, ya que nunca vi nada de lo que sucedía, y sólo me dejaba llevar por lo que Mary decía.

Desde entonces nuestras relaciones sexuales se han tornado algo distintas, llenas de calor y de placer que hace que ambos explotemos a extremos insospechados, ya que Mary desde entonces me dice cuando tenemos relaciones sexuales que ha vuelto a ver una vez por semana más o menos a ese hombre, y que en ocasiones, cuando yo estoy de viaje, se ha quedado a pasar la noche entera con él para regresar a la casa, bien cogida, hasta la tarde del día siguiente. Incluso, que se fue una semana entera con él y sus amigos a una casa de campo, allá por Valle de Bravo.

Recuerdo que en una ocasión, compró unos trajes de baño tipo tanga (los cuales nunca había querido usar cuando iba a la playa conmigo) y tan sólo me indicó que los tendría para cuando fuéramos de paseo, pero las veces que hemos salido, nunca los ha llevado consigo, y cuando hacemos el amor, me dice que sólo los usa cuando estoy de viaje y se va con sus amantes.

Cuando estoy por salir de viaje, ella aprovecha la noche previa para probarse esos bikinis tipos tanga frente al espejo sabiendo que yo la observo así como a sus deliciosas nalgas y me pregunta de una manera coqueta.

" ¿Tú crees que ahora que te vayas de viaje, y me vaya a la playa con mi amigo, le agrade si las uso en la playa frente a sus amigos? Quiero que me presuma ante ellos toda la semana, Imagínate, ¡yo seré la única mujer ahí!. " " Mientras él me va a tener a mí para divertirse toda la semana tú sólo tendrás tu mano para jalártela en el hotel ahora en tu viaje, ¡Pobre tonto! "

Cuando estamos en pleno faje y pronto a cogérmela, antes de irme de viaje, Mary me dice que cuando está con su amante siempre es muy cariñosa con él mientras que le platica como gusta humillarme y que cuando está en el cuarto con él, ella le dice :
"Me gusta ponerle los cuernos al pendejo de mi marido! Él cree que le cuento mis fantasías sexuales cuando hacemos el amor, pensando que lo hago para excitarlo y él se imagina que estoy con alguien… Si supiera el estúpido que muchas veces vengo a que me des verga sin que él se entere… ¡Que se joda por pendejo! Quien le manda andarme metiendo en la cabeza ideas de que me meta con otro y me este prestando, ¿verdad mi rey? " " ¡Quiero ponerle sus cuernotes al baboso! ¡Déjame bien cogida para el estúpido, para que cuando llegue, me lama tu semen!

¡Cójeme duro con tu vergota mi amor! Para que me hagas el hoyo más grande y no sienta su verga cuando el pendejo me la meta… No quiero que se le olvide nunca que me culeaste … ¡Tú sí que me sabes dar verga! Cógeme papacito… Asi… Quiero que él se dé cuenta de que estoy bien usada por ti, y que le dejaste bien abierta y bien culeada a su esposa. ¡Quiero que cada vez que me coja por el resto de su vida se de cuenta de que su verga ya me queda chica para este hoyote que me estás haciendo! ¡Por andar prestando a su esposa! "

Lo anterior me lo dice mientras le meto hasta el fondo mi trozo de carne en su conchita, y por lo menos yo pienso que todo esto me lo dice porque siempre me he excitado con la idea de que otros se la están tirando seguidamente

Cuando ve que estoy excitadísimo, me pregunta si quiere que me cuente más de sus "fantasías"a lo que yo le acepto el plan y ella empieza a contarme, que A veces su amante la hace llamarme de algún cuarto de hotel mientras se la está cogiendo por el culo solo para que ella me diga que me ama o para inventarme que va a llegar tarde porque se encontró con unas amigas. A él le gusta ver a mi esposa infiel tratando de controlar mientras ella habla por teléfono con el cornudo de su marido sólo para reportarse y tenerlo tranquilo…

" Si supiera el imbécil " según dice el, riendo. " Ni se imagina que mientras oye la dulce voz de su adorada esposa diciéndole por teléfono que lo ama, la perra está de rodillas en el piso de un cuarto de hotel, ofreciendo su culo bien parado y abriéndose las nalgas para que le metan la verga sin piedad por atrás."

Mary me dice que luego, cuando ella cuelga el teléfono, él le saca la verga del culo y se da los últimos jalones para venirse en la boca y en la cara de mi adúltera esposa, embarrándola de semen toda, hasta su anillo de bodas, mientras los dos se ríen de mí.

A mí me gusta cogérmela todavía caliente, pensando que se la ha cogido otro… Ella me dice que le gusta llegar conmigo chorreando de semen de otro hombre por sus piernas para que yo me los coma y luego me la coja. Estamos de acuerdo.

Cuando le meto la verga, pensando que otro ya se la cogió, siento un placer inusitado como si la hubieran dejado bien abierta y bien llena de venida.

Ella me dice :

" Así papacito… Cógeme en su semen… Méteme tu verga en su venida… ¿Sientes cómo me dejó? Me cogió rico tonto… Y me echó mucho semen y muchas veces… ¡Muchas más que tú! Así… Ahora sácamela y déjame chupar sus semen en tu verga… Mmm… ¿Te gusta verme chupar su semen en tu pito, cornudo? Es que me gustan mucho, mira… Mira cómo me los como… ¡Así me los comí en su vergota!

Métemela otra vez, que quiero que te vengas en su venida… Quiero sentir el semen de los dos bien revueltos en mi hoyo caliente… Así… " " ¿Te estás viniendo ya, papi? ¿Quieres mezclar tu semen con los de un hombre de verdad en el hoyote de tu esposa? ¡Échamelo! ¡Ándale pendejo, lléname tú también con tu semen, porque cuando acabes te lo vas a comer todo! Lo tuyo y lo de él… ¡Así papi!… ¡Quiero que te vengas rico imbécil, para que me eches mucho semen y tengas más de comer!… ¡Cornudo! "

Sin embargo, ahora, después de todo, ya no sé si todo lo que dice tiene un fundamento, o simplemente lo hace para que yo goce cuando hacemos el amor…Ustedes qué opinan… ¿Mary es una mujer de palabra o no y mi fantasía se hizo o no realidad?



ANONIMO
 

lunes, 22 de noviembre de 2010

ENTREGA SIN RETORNO

ESTE ES UNO DE LOS PRIMEROS RELATOS QUE LLAMARON MI ATENCION HACIA ESTE GENERO,ES PEQUEÑO PERO MUY INTENSO Y RADICAL,POR LO CUAL CADA VEZ QUE LO VUELVO A LEER ME PRODUCE UN RARO EFECTO DE PLACER Y DOLOR QUE PROBABLEMENTE SEA LO QUE EL AUTOR DESEABA TRANSMITIR . LOS PRIMEROS SITIOS QUE LO PUBLICARON LO DENOMINARON DE AUTOR ANONIMO,Y ASI HA VENIDO SIENDO DESDE ENTONCES...YA QUE ESTE PEQUEÑO RELATO CONTINUA SIENDO POSTEADO EN INFINIDAD DE WEBS Y SIGUE SIN UN AUTOR,LASTIMA GRANDE PUES ES UNA HISTORIA MUY INTERESANTE Y BASTANTE EMOTIVA.OJALA LO DISFRUTEN TANTO COMO YO.





Había aceptado, desde hacía tiempo, la entrega de su mujer a otro hombre. No le importaba lucir unos hermosos cuernos hasta que ésta, enamorada de su amante, le comunicó el deseo de ser únicamente de él. Volvió a aceptar por amor y entregó, al hombre que gozaba a su mujer, todos sus derechos de marido. En la actualidad sólo le queda llorar sobre su pobre, solitario y triste destino".
 Soy el marido cornudo de Pili, la hermosa y caliente mujer que, desde hace tiempo y como ya os he contado en cartas anteriores, tiene como "novio" a Domingo.


La anterior Navidad, volvía a entristecer mi relación con Pili tras la partida de Domingo con su familia. Iban a ser quince días de separación, tedio y melancolía.


Mi morena esposa, de enormes ojos marrones y mirada oblicua y aterciopelada, nunca me había parecido tan hermosa. Realmente Domingo, su hasta entonces "novio", la había mejorado en calidad y cantidad en esos siete meses de "noviazgo". Había puesto cuatro kilos en su fina anatomía. ¿Como había estado tan ciego antes de fijarse él en ella?.


Si os dijese que me parecía, anteriormente, feúcha. Un "callete" pensaba que tenía por consorte. Por efecto de una leve miopía no quería nunca ponerse sus gafas que la hacían tan interesante.


De nariz encantadora y casi recta con la frente, cara de óvalo perfecto y boca tiernamente sensual, siempre dispuesta a sonreír, a desarmar a cualquiera.
Nunca me había fijado suficientemente, en los ocho años de feliz casorio, como revelaba su blanquísima hilera de dientes sin mácula al sonreír.


¿Como he podido ser tan gilipollas de encontrar siempre más verde la hierba del vecino que la mía?.
No había visto suficientemente bien su cuerpecito firme y esbelto, de curvas armoniosas, de poco pecho pero de piernas muy espléndidas y perfectamente moldeadas.


Nunca hubiese imaginado que una hembrita de tan solo 1,56 y 50kg, con un aire despabilado y maneras a veces demasiado corteses, estuviera con el que se la venía zumbando más de medio año seguido.


El cortejo, fase mágica e irrepetible en toda historia de amor y pasión puros, duraba, como sabéis, siete largos meses pero, por fin, la otra tarde en nuestro piso, Pili decidió que cambiásemos los papeles.


El paripé de la ceremonia fue una nueva experiencia feliz y entretenida para los tres e incluso arrebatadora para mí que pude hacer de maestro de la ceremonia entregando mis derechos de marido a Domingo en una breve boda, entregando todos los poderes a mi sustituto y renunciando yo, tan enamorado de mi lozana y vital Pili, para siempre pero sin perder, por supuesto, mis obligaciones en particular en las ausencias del macho.


Todos mis anteriores privilegios y derechos se borraban sin piedad de mi memoria para dar paso a otras notas más trascendentes y sutiles.


El presente triunfa de la manera más fulgurante. El presente tiene el rostro radiante y fornido de Domingo fundido con el cuerpo marmóreo y menudito de Pili. Dicen que cada hijo viene con un pan bajo el brazo, este, algo madurito, lo ha hecho con un barra de kilo entre las piernas.


La espontánea frescura de la que ahora es escuetamente "su mujer", la fascinación sexual de mi ex-esposa, una fascinación apetitosa que sólo me había pasado desapercibida en mi periodo de ceguera mientras ellos estaban chingando tan a gusto, ahora volvía a estar latente como una fruta madura en sazón, cuyo sabor es sólo suyo y muy difícil de definir, tal vez como una especie de regusto perverso que dan los cuernos puestos.


Hemos pasado días encantadores. Al menos un servidor. El viaje de novios ha sido para mí, puesto que él ha marchado con su prole y su verdadera y real esposa a otra provincia. Pili se ha quedado conmigo en casita esperando el retorno de su verdadero amor. Ella está colada por él. También Domingo tiene el aire de estar encoñado con Pili.


Lo que para alguien pueda parecer malo y hasta absurdo, para mí son noches deliciosas, de una intensidad hecha de muchas pequeñas atenciones a mi ex.


Si no son recíprocas por su parte, al menos por la mía son sinceras, de ternura y de sensualidad.
Cuando acabamos de cenar ambos quitamos la mesa, vemos la tele en el sofá, una versión picante en ausencia de Domingo, el "actual" de Pili, y a la hora de ir a la cama tienen lugar las confidencias.


- ¿Como te parece que vamos en cuanto a sexo, ex-marido? - quiso saber el otro día Pili.
- ¡Muy bien, de perlas! - respondí con una sonrisa en mi rostro aún acalorado de haberme hecho una paja viéndola como se acicalaba en el baño.
- ¿Te das cuenta, querido Luis, que ahora estoy en adulterio... qué hago aquí sola contigo, si con el que ahora estoy casada y es mi auténtico marido, está a tantos kilómetros?. ¡Tú eres simplemente un ligue... que digo un ligue... eres mi sirviente, mi asistente!. ¡Desde hoy dormirás en la otra habitación!.


Aquí mis celos retrospectivos volvieron a aflorar. Consentí en dormir en la habitación de huéspedes pero insistí en que me contase más cosas de ellos.


- ¿Cuantas veces lo habéis hecho sin yo saberlo? - pregunté.
- No lo sé, no las he contado y aunque las supiera no te las diría, eres demasiado indiscreto y lameculos. ¡Eso es particular y privado, cabrón! - contestó muy seria.


Ella estaba sentada frente a mí. Había cruzado las piernas y me mostraba los muslos, pícaramente, hasta la mitad.
Sonreí. Aquella visión tan agradable para un enamorado rechazado, menospreciado y casi desesperado de amor, me trajo sin remedio a la mente un recuerdo que me devolvió a la época en que nuestras relaciones navegaban por el agua tranquila del convencionalismo.


Pili quiso aprovechar el fin de semana para ir de compras de "reyes" para su amor y mientras, me dijo, yo aprovecharía para hacer limpieza general de la casa.


Esa misma mañana encontré, entre las sábanas de la cama matrimonial, algún cabello perdido de ella, algún pelo del pubis de mi amada.


Sentía aún el calor de su cuerpo y percibía su grato olor, algo fuerte, a chocho falto de leche, ese olorcito que echa mi Pili cuando está en celo.


Me desnudé y me metí en la cama, todavía deshecha. Encontré por sorpresa sus bragas de seda adornadas con dos preciosas rosillas escarlata en sus extremos. Las recogí como si fueran una preciada reliquia.


Tras desdoblarlas, las besé, las desplegué en su totalidad, les di varias vueltas entre mis dedos y las olfateé con fruición varias veces como un sabueso, como si quisiera retener el más sutil, sublime y huidizo de los perfumes femeninos.
Luego oprimí la prenda contra mi cara hasta cubrirme los ojos y embriagándome, rompí en un leve llanto.


Estaba claro que bajo los pocos centímetros cuadrados de tela todavía húmeda, había pernoctado y palpitado el joven y gordo pipón de la cálida vagina de Pili. Olí aquella prenda delicada como un perro, buscando el precioso aroma del chocho de Pili, amada y reverenciada más que nunca, muchísimo más que antes y, por desgracia, perdida para siempre.


Busqué aquella mezcla sutil, embriagadora, afrodisíaca y dolorosa al mismo tiempo, de secreciones secretas, de flujos naturales, busqué aquel aroma tan peculiar que anidaba en un punto preciso de las braguitas y cuando lo hube hallado, lo aspiré con toda mi fuerza pulmonar, con la esperanza de obtener un consuelo y tuve la sensación de algo muy vivo que, en imperceptibles efluvios, entraba en mis fosas nasales desde las más recónditas entrañas de la mujer que amo, de la relación amorosa que me queda con ella cuando, en realidad, no hago más que exasperar de ese modo el deseo carnal de mi pituitaria insatisfecha durante casi dos semanas y, en consecuencia, avivar el doloroso pero feliz tormento que de ello se deriva.


Hasta el otro día, siempre había encontrado sus bragas bien lavadas y que sólo olían a "colada".


Sólo la casualidad o el destino me han podido permitir al fin alcanzar el soñado salto de calidad. Apreté contra mi corazón herido el precioso y carísimo talismán, postrero recuerdo del bomboncito que me ha plantado.


La imagen de Pili se me apareció de continuo, cruel y bellísima a un tiempo, despiadada, fascinante, caprichosa e impredecible mientras eclosionaba en un blanco y copioso orgasmo onanista.


Todavía tengo latente el fin de la "boda" del otro día. Fui testigo presente y ausente al mismo tiempo, deseoso, hasta implorante pero ignorado y borrado de la escena.


Pili lo desnudó ante mi atónita mirada. Después de desnudarlo enteramente, lo besó tres veces en la boca, se dejó desvestir a su vez y se arrodilló para besar y succionar el miembro erecto de su nuevo esposo, a pocos centímetros de mi cara anhelante.


- ¡Que hermosa herramienta! - exclamó Pili para sacarme de mis casillas, aguijoneándome - ¡Tienes la verga más preciosa de este mundo, Domingo, nunca he visto un aparato tan grande, tan gordo, tan duro, tan rico, tan bien moldeado, tan exquisito!.


Domingo sonrió burlón, satisfecho y encogiendo los hombros al mismo tiempo que introducía la nudosa polla, perfectamente vertical y pegada a su vientre, en la boca de su reciente y locuaz señora.


La felación en directo se alargó varios minutos ante mis propias narices. Percibía claramente el olor del cipotón igual que mis oídos percibían los ruidos al sorber.


Después, los "nuevos consortes" continuaron sus discursos amorosos y ceremoniales en la cama.


Allí tuvo lugar una cópula furibunda que los dos "cónyuges" me comentaron en voz alta. Sus palabras les excitaron a ambos, por el placer de exasperar mis celos.


- ¡Dámelo todo... dame tu chocho... toma mi colita! - decía él.
- ¡Tómalo, amor mío... siente como te abraza, como aprieta con fuerza tu enorme pistón... échamela toda cuanto antes, cariño! - replicaba ella.
- ¡Sí, Pili, que maravilla... me entran ganas de llegarte hasta el fondo, reina... toma lefa rica, que está acumulada de dos días! - seguía Domingo.
- ¡Fóllame bien, para que aprenda Luis!.
- ¡Siéntela vibrar... como te entra... oooh... me voy... me voy...!.
- ¡Cariño, como te siento... tesoro mío, como te siento dentro... en el centro de mi coño... oooh... como me hace gozar... préñame, hazme tuya... gocemos juntos, mi amor, gocemos en la cara del cornudo que se la está cascando mientras nos contempla.


Esta es la historia de un cornudo consentido por amor hacia su mujer.




ANONIMO

domingo, 21 de noviembre de 2010

Nunca tuve la intencion de crear un blog propio,pero ya que la intencion sera siempre la de compartir los relatos que en mi opinion,valen la pena,que la gente conozca y admire el talento de grandes y a veces anonimos escritores,cuya unica meta es compartir su pasion y su forma de ver la vida y el mundo...ACLARO QUE EN ESTE BLOG ,NO HAY ,A EXCEPCION DE CUANDO SE MENCIONE,NINGUN RELATO DE AUTORIA PROPIA,TODO EL CREDITO LO TIENEN LOS AUTORES ORIGINALES DE LAS OBRAS,Y EL MISMO SOLO ES UN ESPACIO DE DIVULGACION DE SUS TRABAJOS,Y CADA RELATO LLEVARA EL NOMBRE DE SU AUTOR ,SU WEB O EL SITIO DE DONDE FUE TOMADO.

MI NOVIA ES UNA ATORRANTA

 EPISODIO 03: Lecciones de Canto Lírico con el Maestro Pedazzo

 Por Rebelde Buey



 Lo reconozco. Aquello fue culpa mía. Yo tenía el capricho que Andrea, mi fiel y
abnegada novia, se empapara un poco más de mis gustos por la música culta. Ya saben: de
cámara, ópera, orquestal, gregoriana, etc., y no la cumbia, la lambada o el regetón, que a
ella le gusta, y con la que sus amigos se aprovechan de ella cuando bailan. Y como tiene
bonita voz, me pareció que una forma amable de acercarla más a mi paladar musical era
que aprendiera técnicas de canto lírico.

Ella no quiso. Nunca le había interesado el tema y, siendo honesto, sé que no tenía
mucho sentido, pero en aquel momento me pareció importante y entonces le insistí tanto
que, más que nada para que deje de molestarla, accedió a mi pedido.

Por ese entonces y por mi barrio había gente que enseñaba de lo que se le pudiera
ocurrir a uno. Los cartelitos inundaban los negocios pero la mayoría de ellos no eran
profesionales ni gente seria.

Buscando la excelencia di con el dato de un buen Maestro: Giuseppe Pedazzo, un
italiano cincuentón que había estudiado en Europa con Pavarotti. Las referencias eran
buenas, todo el mundo decía que era el mejor, y lo mejor era lo que yo quería para mi
Andre. Por eso la anoté para unas clases privadas. Había oído también algún tonto rumor
sobre sus métodos de enseñanza, y me habían hecho alguna broma subida de tono cuando
mencioné que estaba averiguando para mandarla a mi novia. Por supuesto, no le di
importancia, una eminencia del canto lírico debe ser un tipo serio.

Llegamos a la casa de Giuseppe Pedazzo -donde también tenía su estudio- pasado el
mediodía. Andre quería dar una buena primera impresión y por eso estaba elegante y
moderna, con un liviano vestidito negro, ajustadísimo a sus curvas. El vestido terminaba en
minifalda, cubriéndole apenas el final de las nalgas y la tanguita, y el escote era tan dadivoso
que bordeaba los pezones rozados y ya erectos, supongo que por la brisa primaveral.
También llevaba botas negras hasta un poco más arriba de las rodillas.

Ojo, no es que mi novia fuera una exhibicionista o algo parecido. Era simplemente
acompañar la moda, esas obsesiones de mujeres que nunca entenderé.

El Maestro nos recibió. No conocía a Andre y, por lo que noté, quedó admirado. Es
que mi novia causa una buena impresión a donde quiera que vaya.

—Maestro -lo saludé emocionado. —Le he traído a mi novia para que la inicie en el
arte del canto y de la música docta.

Andre le sonrió un poco más que cordialmente. El italiano era grandote, bah,
imponente, y su rostro emitía un brillo extraño, como lubricado.

—No se preocupe, Cornelio. Su novia aprenderá conmigo cosas que ni se imagina -me
respondió sin que sus ojos dejaran de bailotear entre los pechos de mi amada, que el escote
no quería ocultar.

Me despidió con un apretón de manos; ya me sacaba de la casa, cuando le dije:

—Pero Maestro, yo quiero estar presente en la primera clase… Quiero atestiguar este
momento histórico en mi pareja.

—Bueno, no sé si va a ser histórico pero haré mi mejor esfuerzo… -El Maestro se rascó


la cabeza mientras esperaba que yo me fuera, pero no me moví. —Sucede algo, Cornelio… -
me explicó. —A la gente le cuesta cantar y modular, no quiero que su novia se sienta
cohibida por su presencia.

No lo había pensado, pero sus precauciones eran sensatas.

—Bueno, mi Andre es bastante tímida…

Giramos hacia ella, que se miraba frente a un espejo juntando sus senos con los brazos
y parando la cola, ensayando poses, supongo que para cantar mejor.

—Está bien -concluyó el Maestro. —Quédese aquí, en esta sala, mientras yo voy con
su novia a mi estudio para inocularla con mis técnicas y conocimientos.

—Confío en usted, Maestro -le dije, y lo vi tomar a mi Andre de la cintura y llevársela
atrás.

Apenas cruzaron una puerta y desaparecí de su vista, el Maestro Pedazzo sonrió
lobunamente, provocando un mohín de complicidad en mi novia. La llevó al estudio y la
hizo sentarse en un cómodo sillón. Andre cruzó sus formidables piernas y el Maestro se paró
a su lado, desde donde podía escudriñar en el escote de mi novia.

El Maestro tuvo una pequeña erección. No por depravado, por supuesto, lo que sucede
es que mi Andre tiene un rostro muy muy hermoso y el cabello negro, largo y lacio que le
cubre sensualmente la espalda y que termina en una cola redonda y bien formada, tildada
con una cintura breve y unos pechos llenos. Sí, también tiene una expresión de puta
libidinosa que no corresponde con su personalidad, y que confunde un poquitín a los
hombres.

Mientras tanto yo estaba aburrido en la sala de estar, y me moría de ganas de ver cómo
mi novia se podía desempeñar en el canto lírico. Como soy muy pícaro, fui tras sus pasos.
Pasé por una habitación, una cocina y di con una puerta cerrada, que hacías las veces de
estudio del Maestro, y desde donde se oía:

—Comenzaremos con técnicas de respiración y de relajación muscular del cuello… A
ver cómo lo hacés…

Adentro del estudio, Andre respiró e infló los pechos hasta un volumen que el Maestro
mismo se sorprendió. El escote era tan escandaloso que los bordes de los pezones se
asomaron también para inhalar.

—No, mi amor. Hay que respirar con el diafragma… Es una pena, pero
desgraciadamente no es bueno que el aire vaya al pecho. Ahora voy a masajearte el cuello,
las cuerdas vocales deben estar templadas…

El Maestro se le pegó a ella, literalmente, así de pie como estaba, y ella sentada, y
comenzó a masajearle suavemente el cuello con ambas manos. La pija la tenía dura desde
hacía rato, y el roce con el brazo de ella lo excitó aun más. Andre ronroneó con el masaje y
ladeó un poco la cabeza, sonriéndole y mirándole la entre pierna que le hacía una carpa
grande en el pantalón.

—Vamos a seguir con algunos ejercicios de dicción, mi amor… -escuchaba de mi lado
de la puerta. —Si vas a cantar algo, primero debes pronunciar bien. Te haré una prueba… Di
“cornudo”…

Yo había escuchado cornudo, pero imagino que habrá dicho Cornelio, por mí. Al fin y
al cabo Cornelio era una palabra agradable para ella y Cornelio era el que estaba pagándole
al Maestro esa clase. Así que aunque yo escuchara cornudo, seguro estarían diciendo
Cornelio.

En el estudio, Andre levantó la cabeza desde su sillón y los posó en los ojos del
Maestro. Sonrió con esa sonrisa de mujer que sabe lo que está por venir, y lo espera con
ganas.

—Cornudo -dijo muy tranquila.


—Bien, muy bien. Casi perfecto. ¡Es como si esa palabra la pronunciaras a diario! -se
maravilló. —¿Pero cómo la dirías en una situación más difícil? -el Maestro dejó de
masajearle el cuello y los hombros desnudos de mi amorcito y se bajó el cierre del pantalón.
—Por ejemplo, ¿cómo dirías “cornudo”… -sacó su vergón, que hacía rato estaba grande y
durísimo. —... con la boca… -tomó la cabeza de mi novia y la apuntó hacia su pija. —
...llena…? -Y se la fue metiendo mientras la agarraba de los pelos.

Mi novia trató de decir “cornudo” pero con la boca repleta de verga le fue imposible.
Con sus manos tomó el miembro del Maestro y se lo introdujo una y otra vez en su boca
húmeda y jugosa. Su lengua se movía con la habilidad que todos le conocen.

Aun así, pobrecita, no podía pronunciar bien.

—”Cogggnndd”… “cogggnnnddd”…

—¿Ves? -le enseñaba el Maestro, mientras sus manos empujaban, con violencia y sin
cesar, la cabeza de Andrea hacia él. —¿Ves que… no es tan… fácil…?

También con sus manos procuraba de llegar al buen par de tetas de mi novia. Trataba
de meter sus garras dentro del escote pero de seguro mi Andre no se lo permitía. Andre
insistió un buen rato con la boca llena. Bien llena. Si algo tiene de bueno mi novia es que
cuando comienza con una cosa, no para hasta acabar. De todos modos, no pudo.

Casi al borde del éxtasis, el Maestro le sacó la pija de la boca. Una gotita blanca quedó
en los sonrientes labios rojos de mi Andre.

Él la levantó del sillón y la puso de pie. La tocó toda: los pechos, la cintura, la cola, las
piernas. Sus manos eran rápidas.

—Quizá te esté poniendo demasiadas dificultades en la tarea, Andre -le decía entre
jadeos mientras la manoseaba. —Deberíamos comenzar con un ejercicio de dicción más
sencillo.

Sonrió otra vez con gesto de hijo de mil putas, lo que excitó a mi novia, y la dio vuelta
y admiró su cola, la reclinó hacia delante de modo que quedara con la espalda horizontal y
la cola paradita y hacia afuera.

—Vamos a intentar algo más fácil, mi amor… -Le subió un poquito la cortísima falda
del vestidito y ante él quedó una cola hermosa y perfecta, rosada de excitación. La
bombacha negra se le metía entre las nalgas haciendo sobresalir el bulto de la conchita. —A
ver, decilo ahora… -le corrió con suavidad la tanga para un costado y abrió de a poco las
nalgas de mi novia. El ano y la conchita quedaron expuestos y húmedos, y la pija gorda y
poderosa del Maestro se ubicó a milímetros de ella, acercándose.

—”Corn…” -mi novia comenzó a decirlo cuando la batuta del Maestro se le estaba
enterrando. Interrumpió con un gemido quedo de sorpresa y excitación, así que no pudo
terminar la palabrita. Volvió a intentar. —”Cor… nu… uhhh…” -Era inútil, mi novia estaba
en la cima del morbo. Ya tenía adentro la cabeza de la vergota del Maestro, y sentía cómo se
le seguía hundiendo. Entrecerró los ojitos. —”Cor… nu… ahhh… pordiossss…” -El Maestro
ya se la había enterrado por la mitad. Andre se estremecía sintiendo cómo el arte la
penetraba más y más. Hasta que la penetró bien a fondo.

—“Cor… uhhhh… nu… cor… mmm…” -El Maestro le sacaba lentamente toda la pija y
se la apoyaba otra vez en la puerta de la conchita. Y la volvía a clavar. —“Cor… nu…
ahhh…. Sí...” -Pronto el Maestro comenzó a bombear a mi novia con suavidad.

Entonces, para alegría de ella, que quería progresar, por fin pudo.

—”Cor… nu… do…” “Cor… nu… do…”

Conforme el bombeo del italiano se iba haciendo más rápido, también más rápido
repetía mi novia la palabrita del ejercicio, sin perder en ningún momento el ritmo (lo que,
dicho sea de paso, habla bien a las claras de la facilidad que ella tiene para el mundo de la
música).


—Cornudo… cornudo… cornudo…

El Maestro la tenía tomada de las nalgas y se las separaba en cada movimiento. Se la
enterraba más y más profundo con cada sacudida. Cuando mi Andre se dio vuelta para
avisarle que acababa, vio el rostro desencajado de lujuria del Maestro y comenzó a gemir y
gritar sonoramente. Estaba acabando con aquella pija adentro y un hijo de putas
cabalgándosela y sacudiéndola, y escuchándose los gritos de ella misma que repetían una y
otra vez:

—Cornudo… cornudo… cornudo… ¡Cómo me cogen, cornudo! -A mi novia le
gustaba acabar así. —¡Cómo me llenan de verga y leche, cornudooooooo…!

Con toda esa alocución, el Maestro pedazo no pudo evitar acabar también y le echó
tal polvazo que pareció sacudir el saloncito.

Al otro lado de la puerta, yo no veía nada pero escuchaba los esfuerzos de mi novia
por tratar de hacer bien los ejercicios. Al cabo, y aunque no los veía, me daba cuenta que
había podido con el ejercicio. El Maestro había comenzado a impregnarla de todo su saber.



 Aquella fue la primera clase. Luego hubo muchas más. Andrea iba a su curso de canto
lírico cada vez más contenta, aunque sinceramente yo no veía grandes progresos.

Un día apareció con el bombo. Resulta que había quedado embarazada, claro. Me
puse muy contento porque todos los médicos me habían dicho que yo era estéril. Ya se ve
que las ciencias no son tan exactas.





FIN




RELATO OBSEQUIADO AMABLEMENTE POR REBELDE BUEY,ESCRITOR ARGENTINO CUYO BLOG DE RELATOS ORIGINALES ES LA FUENTE E INSPIRACION DE ESTE BLOG,YA QUE AL OBSEQUIARME ESTE RELATO ORIGINAL,ME NACIO LA INQUIETUD DE COMPARTIRLO CON LA MAYOR CANTIDAD DE GENTE POSIBLE... Y QUE MEJOR QUE MEDIANTE UN BLOG MAS.

LES RECOMIENDO AMPLIAMENTE VISITAR EL BLOG DE REBELDE BUEY PARA LA CONTINUACION Y EL VISIONADO DE LAS PARTES ANTERIORES DE ESTE RELATO Y DE LOS MUCHOS MAS QUE COMPONEN EL LARGO ACERVO DE ESTE TALENTOSO ESCRITOR.

SALUDOS Y PASENSE POR AHI SI QUIEREN DISFRUTAR DE UN BUEN RATO.
HASTA LA PROXIMA !!!

http://rebelde-buey.blogspot.com/